Viena tiene que agradecer su existencia al notable MuseumsQuartier, un museo que fue posible gracias a los esfuerzos del oftalmólogo Rudolf Leopold. Cuando era un joven estudiante en 1950, Leopold compró su primer Egon Schiele por un precio bajo, y su colección creció hasta incluir la impresionante cantidad de 5266 pinturas, principalmente obras de arte austriacas modernistas y del siglo XIX. En 1994, vendió toda su colección al gobierno austriaco por una suma de 160 millones de euros, un precio que representaba alrededor de una quinta parte del valor real de la colección. En el último piso de MuseumsQuartier, los visitantes también pueden disfrutar del Café Leopold, un bar de moda.