Construida entre los años 1716 y 1739, la impresionante Karlskirche, la mejor iglesia barroca de Viena, nació de un voto hecho por Carlos VI durante la plaga de 1713. Ubicada en la esquina sureste de Resselpark, la iglesia fue diseñada e iniciada por Johann Bernhard Fischer von Erlach y completada por su hijo, Joseph. Su gran cúpula elíptica de cobre alcanza una altura de 72 metros, y uno de sus aspectos más destacados es el ascensor a la cúpula (incluido con la entrada) que ofrece una vista de cerca de los intrincados frescos pintados por Johann Michael Rottmayr.